Se definen como chimeneas a los conductos construidos para dar salida a la atmósfera libre a gases resultantes de una combustión o de una reacción química también conocidos como (“gases de cola”) para su dispersión en el ambiente.
Normalmente se trata de humos que provienen de productos de la combustión de combustibles fósiles (carbón, derivados líquidos o gaseosos del petróleo), madera, etc., en aire ambiente.
Por ello podemos instalar cualquier conducto que cumpla con la normativa específica y respete la sección, material y longitud máxima de instalación que nos indica el manual de la caldera.