La Biomasa se puede definir como la energía que se obtiene a través de la materia orgánica como fuente energética. Esta materia orgánica, es heterogénea. Pueden ser desde deshechos de agricultura (huesos de aceituna, cáscaras de frutos secos, restos de poda de vid…) a restos de madera, como pellets o serrín. Se trata de un tipo de producción de energía más barata, renovable y con menos emisiones por su forma de combustión. Además, ayuda a mantener limpios los bosques por lo que ayuda en la prevención de incendios.
¿Cómo se procesa la Biomasa?
Se utilizan calderas donde el material se quema poco a poco, lo que genera también cenizas que pueden ser usadas posteriormente como abono. Si se instala un acumulador, se puede almacenar el calor sobrante generado.
¿Para qué se utiliza?
Generalmente para generar calor, y a nivel industrial en ocasiones para electricidad, aunque es un proceso más laborioso. Se pueden instalar calderas de biomasa en las viviendas, para obtener calefacción (por suelo radiante) y calentar agua.
Ventajas de la Biomasa
Así, la biomasa resulta una fuente de energía renovable más barata, segura y eficiente, con menos emisiones y que contribuye al mantenimiento de los bosques o al reciclaje de residuos agrícolas. No hay que olvidar que esta materia orgánica ha de obtenerse de forma controlada y sostenible.
¿Qué son las Estufas de Leña?
Son dispositivos utilizados para el uso mediante leña como principal combustible (también pueden utilizar residuos agrícolas o excremento de animal), que han sido diseñados para lograr una combustión eficiente, disminuyendo de esta forma el consumo de leña.
Normalmente tienen una chimenea para minimizar los impactos a la salud y al medio ambiente ocasionados por los fogones tradicionales. Se busca que estas tecnologías ayuden a satisfacer las necesidades de los usuarios, adaptándose cultural y económicamente a cada región.